COMO PREPARAR EL MEJOR BIZCOCHO DE CHOCOLATE IRRESISTIBLE 2024: CASERO EN MINUTOS

 


Es un bizcocho de sabor muy intenso con una textura muy suave y esponjosa. Y queda tan esponjosa que sin relleno ni nada es una delicia. Es una receta que debéis apuntar como indispensable en vuestras tartas de chocolate. Luego le ponéis los sabores y matices que más os gusten en el relleno o la cobertura. Pero así solita la receta de éste bizcocho es infalible.

INGREDIENTES:

  • Harina de trigo común todo uso
  • Leche
  • Aceite de oliva suave o de girasol
  • Azúcar
  • Huevos
  • Cacao en polvo y sin azúcar
  • Agua caliente
  • Polvo de hornear o levadura química
  • Extracto de vainilla
  • Una pizca de sal.

 


PREPARACION:

Empezamos batiendo los huevos durante 5 minutos a velocidad alta. En este tiempo los huevos se espumarán y duplicarán su volumen. Y veréis que también se vuelven más blanquitos. Aprovecho para deciros que todos los ingredientes del bizcocho los tengo a temperatura ambiente a excepción del agua. Y os cuento que si queréis también podéis hacer este bizcocho con unas varillas de mano. Es cierto que se tarda un poquito más en espumar los huevos pero yo os digo que se puede hacer a mano perfectamente. Cuando tengamos los huevos listos añadimos el azúcar y batimos un minuto más. Ahora añadimos el aceite de oliva suave. La suavidad del aceite lo debe especificar en el envase. Y lo que debe poner exactamente en el envase es que el grado de acidez de ese aceite sea igual o inferior a 0,4°. Aunque si no lo conseguís podéis usar cualquier otro aceite vegetal como por ejemplo de girasol, de maíz o de canola. Añadimos la leche. Y aquí podéis utilizar leche vegetal o sin lactosa para hacerlo apto para todos los públicos. También agregamos el extracto o esencia de vainilla y batimos unos segundos más. Una vez lo tengamos todo bien mezclado en un colador ponemos la harina de trigo todo uso, el cacao en polvo sin azúcar y el polvo de hornear. Damos unos golpecitos, y en un momentito tendremos todos los ingredientes secos tamizados. Añadimos la pizca de sal para potenciar el sabor del bizcocho. Y removemos unos segundos con la batidora apagada para que se mezclen un poco los ingredientes secos. Cuando ya no veamos riesgo de que salgan volando batimos a la velocidad más bajita que nos permita la batidora. 



El cacao en polvo que utilizo es puro 100x100 y sin azúcar. Si lo probáis directamente veréis que es muy amargo. Pero es perfecto para hacer bizcochos ya que tiene mucha intensidad. Y además es más saludable que otros tipos de cacao o chocolates instantáneos. Cuando ya no veamos restos de harina en la masa agregamos el agua caliente. Esto nos ayuda a que el cacao se disuelva por completo. Y además aporta una jugosidad extra a la masa. Por eso este truquito del agua nos viene genial. Ya que el cacao suele resecar mucho las masas y de esta forma lo compensamos. Por eso me encanta el resultado final de este bizcocho. Porque aunque lleva cacao en polvo queda súper jugoso. Una vez tengamos la masa bien mezclada vamos a preparar el molde. Utilizaré un molde de 18 cm de diámetro y 10 cm de alto. Es de aluminio y no se desmolda, por eso lo mejor es cubrir su interior con papel encerado o de hornear. Vertemos toda la masa en su interior, y ahora si ya está lista para hornear. Así que lo llevamos al horno pre-calentado a 180°C con calor arriba y abajo sin ventilador. En unos 50 o 55 minutos estará listo, pero eso depende de cada horno. En mi caso tardó exactamente 53 minutos. Por eso siempre recomiendo pincharlo con un palillo o un cuchillo antes de sacarlo del horno para verificar que su interior está completamente cocinado. 



Recién sacado del horno lo dejamos reposar en el molde durante 10 minutos. Ahora está muy blandito y caliente, y si lo desmoldamos ahora lo más probable es que se rompa. Pasados los 10 minutos ya podemos desmodarlo. En este caso como podéis ver dándole la vuelta sale completamente solo. Quitamos el papel de hornear que habíamos puesto. Y ahora si lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Y una vez frío ya podemos disfrutar de nuestro delicioso bizcocho de chocolate. Como veis la rejilla se queda marcada en el bizcocho, por eso me gusta ponerlo a enfriar boca abajo. De este modo los bordes quedan perfectos y la parte superior queda completamente lisa y plana. También lo podéis cortar en capas para rellenarlo. 



Y sirve perfectamente para tartas cubiertas con crema o fondant. Pero yo os digo que así tal cual es un bizcocho increíble. Al cortarlo se siente tierno y suave. Y ya veis que tiene una miga muy jugosa y esponjosa. Signo de que la mezcla está bien hecha y de que el horneado ha sido perfecto.



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